Los autores intelectuales de los crímenes de periodistas siguen en libertad

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Brucelas, 29 de octubre de 2020.- Permanentemente amenazados/as, atacados/as, golpeados/as, encarcelados/as y asesinado/as, muchos/as periodistas pagan cada año con sus vidas su compromiso con la libertad de información y la democracia. En el Día Internacional para Acabar con la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas, la FIP lanza su campaña anual para exigir a los gobiernos que pongan fin a la impunidad de estos crímenes y denunciar todos los crímenes que siguen impunes mientras los autores intelectuales siguen en libertad.

La impunidad se produce cuando los estados fracasan en reparar los crímenes contra trabajadores/as de los medios, incluyendo el acoso físico y online, las amenazas, los ataques, las detenciones arbitrarias y los asesinatos. Pero no sólo de esa manera, sino que la impunidad también se da cuando quienes planificaron y ordenaron los asesinatos siguen libres y ocupando posiciones de poder, mientras que otros/as son utilizados como chivos expiatorios.

Este año hacemos hincapié en cinco países donde los índices de impunidad de esos delitos amenazan gravemente la libertad de prensa: Yemen, India, Rusia, México y Somalia.

Aunque los crímenes contra los periodistas siguen quedando en gran medida impunes -según la ONU, sólo uno de cada diez de ellos es resuelto-, en el último año se han dado algunas buenas noticias y se han resuelto algunos casos históricos de asesinatos de periodistas que invitan al optimismo.

En Filipinas, la justicia finalmente condenó a los/as autores/as intelectuales de la matanza de Mindanao del 23 de noviembre de 2009, el mayor masacre contra periodistas y que se cobró la vida de 32 periodistas. Algunas personas vinculadas al brutal asesinato de la periodista maltesa Daphne Caruana Galizia fueron detenidas y el presunto cerebro del crimen se enfrenta a un proceso penal. En Somalia, el Fiscal General, en un claro movimiento hacia el fin de la impunidad, nombró un Fiscal Especial para investigar los asesinatos de periodistas. Por otro lado, en Colombia, celebramos la sentencia histórica contra los/as responsables de las amenazas, el acoso y la tortura psicológica a la periodista Claudia Julieta Duque y que obligó al Estado colombiano a pagarle una indemnización.

Estos ejemplos alentadores contra la impunidad evidencian que los gobiernos pueden reducir los niveles de impunidad en sus países si tienen la voluntad política para hacerlo.  Sin embargo, estos ejemplos positivos siguen siendo puntuales y, por desgracia, todavía queda mucho trabajo por hacer para acabar con la impunidad.

La FIP, junto con sus afiliados en todo el mundo, seguirá informando y vigilando las investigaciones de todos/as los/as periodistas asesinados/as, dondequiera que hayan ocurrido, y presionando a las autoridades para que impartan justicia. La impunidad es un pasaporte para más violencia y ataques contra nuestros/as compañeros/as que no podemos tolerar.

Por la memoria de nuestros/as compañeros/as asesinados/as, por la seguridad de los/as trabajadores/as de los medios y  por el futuro del periodismo: ¡decimos no a la impunidad!