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Por Graciela Machuca Martínez*

 

Ciudad de México, 7 de febrero del 2022.- Tijuana en particular y Baja California en general han sido la ciudad y entidad que han convertido en escenarios permanentes de violencia constante en contra de trabajadores de medios de comunicación, tanto el gremio periodístico, como la sociedad se encuentran en el abandono desde hace más de tres décadas por parte de las autoridades de seguridad pública de los tres niveles de gobierno.

 

Desde luego que la impunidad y la falta de acceso a la justicia son los motivos por los que cientos de hogares se enlutan mes tras mes en Baja California, sin que las acciones gubernamentales o las políticas públicas en materia de seguridad pública rindan frutos, los asesinatos de periodistas son algo común en esa zona del país, solo disminuyen por temporadas, pero la delincuencia reaparece con más fuerza y vuelve a asesinar, porque puede, porque el fallido Estado mexicano se lo permite.

 

Este sábado 5 de febrero se perpetró el asesinato de una persona más vinculada al gremio periodístico, ahora la víctima es Ernesto Islas Flores, un joven de 30 años de edad, quien hasta año y medio se desempeñó como periodista, además de ser hijo del periodista Marco Antonio Islas Parra.
De acuerdo con informes de la policía, Ernesto Islas Flores fue asesinado a balazos afuera de su domicilio ubicado en la Avenida Lomas Verdes en la ciudad de Tijuana, limítrofe con Estados Unidos.

Islas Parra declaró al periódico Reforma que su hijo, desde hace año y medio había dejado de laborar como periodista.

 

Con este caso, suman tres personas relacionadas con el periodismo asesinadas en lo que va del año en esa ciudad. Primero fue asesinado el fotoperiodista Margarito Martínez y posteriormente Lourdes Maldonado.

 

El 31 de enero fue asesinado Roberto Toledo, colaborador del medio digital Monitor Michoacán, en Zitácuaro, previamente había recibido amenazas de muerte. A principios de enero se conoció el asesinato del periodista José Luis Gamboa en Veracruz.

 

El número de asesinatos ha llegado a cinco en lo que va del año, mientras que desde los discursos gubernamentales se sigue hostigando e intimidando a periodistas.

Del 1 de diciembre de 2018 a la fecha,  el número de periodistas asesinados en México ya rebasa el medio centenar, mientras que las instituciones creadas por el gobierno mexicano para su protección cada día aumenta su ineficiencia, metidas en un debate como callejón sin salida, cuyas inercias e inacción como la poca confianza de los periodistas en el organismo federal favorecen más el riesgo de los periodistas de este país, como es el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, dependiente de la Secretaría de Gobernación o la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión.

La Fiscalía General de Baja California, el mismo domingo, informó de la detención de una persona del sexo masculino, como presunto responsable del homicidio de Ernesto Islas Flores.

Por medio de un comunicado oficial, la dependencia dio a conocer que en seguimiento a la información surgida después de la privación de la vida, y referente a que la víctima era representante de un medio de comunicación y ejercía como periodista, “el personal de la Fiscalía General del Estado entrevistó a familiares del occiso, quienes declararon que éste no llevaba a cabo ninguna tarea relacionada con las labores informativas ni el gremio periodístico”.

Referente a los hechos acontecidos, frente al edificio marcado con el número 17104 ubicado sobre la avenida Lomas Verdes del fraccionamiento Lomas Verdes, en que lamentablemente perdió la vida el ciudadano, fue detenido un individuo identificado como Jocssar Fidel “N”, de 25 años de edad, según la Fiscalía.

La versión oficial detalló que a través del agente del Ministerio Público de la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos contra la Vida, “la FGE trabaja para recabar la evidencia del caso que integre la carpeta de investigación, con el objetivo de que el presunto responsable sea vinculado a proceso y sentenciado por la comisión del ilícito”.

El pasado 31 de enero, en una de sus columnas, Marco Antonio Islas Parra escribió sobre el asesinato de su colega Lourdes Maldonado:
“Los periodistas no somos policías, con todo y que nos involucremos en asuntos relacionados con aquellos que no tienen voz, hablando en lo socialmente periodístico y como la voz crítica de mi compañera y amiga fue silenciada tan arteramente, considero que el mejor homenaje que podríamos hacerle es hacer propias todos y cada uno de los cuestionamientos que Lourdes Maldonado López ventiló a los cuatro vientos y formuló ante aquellos que pudiesen considerarse sus “víctimas”.

“Los corifeos publicitarios de Jaime Bonilla, empresario topillero dueño de la firma principal del Primer Sistema de Noticias, se han concretado a resaltar los posibles defectos o conductas irregulares que tuvo supuestamente en vida,  Luby, convirtiendo en líneas de investigación asuntos como robo de propiedades, narcomenudeo y en un descuido hasta el secuestro de mascotas, colocando como santo barón de las causas nobles al exgobernador que en el pasado y presente sostuvo relaciones con amigos de muy dudosa reputación, como la del mismo, aunque ciertamente para la 4T eso de la buena fama no es importante cuando de obtener financiamiento se trata.

Al margen de si resulta responsable del asesinato de Lourdes Maldonado, en caso de ser considerado en la investigación como sospechoso, al exgobernador Jaime Bonlla se le cumplió aquella declaración en la que aseguró no le daría “ni un cinco partido por la mitad” a Lourdes Maldonado, quien le ganó un largo litigio laboral, pocos días antes de ser asesinada. El homicidio y el del fotógrafo Margarito Esquivel Martínez generan una crisis en el gobierno de Marina del Pilar, quien nombró fiscal especial, del que se esperan resultados.

“Una gran verdad en torno a Jaime Bonilla es que, aparte de Eligio Valencia Roque, no hay mayor pisoteador de derechos de periodistas o comunicadores que caen en sus garras laborales.

“Y lo anterior no puede desmentirlo el gobierno… ni defenderlo los corifeos publicitarios. Gracias de todos modos”.

A menos de una semana de esa publicación, uno de sus hijos ha sido asesinado.
Islas Parra, en su página de Facebook publicó: “Durante esta noche los demonios se soltaron y seguramente para amanecer el domingo, los muertos por violencia fueron varios, pues aparte del asesinato de mi hijo Marcos Ernesto Islas Flores, en uno de los fraccionamientos Urbi, desde un vehículo que se paró expresamente, percataron armas de fuego matando a uno de los clientes de un puesto de hamburguesas e hiriendo a seis más, que Dios quiera libren el trance, como a eso de las 10 de la noche, aproximadamente. Aparte, aparentemente por los rumbos de La Presa se escucharon detonaciones y hubo quien vio cuerpos sobre el pavimento”.

 

*Autora de la columna  Necesariamente Incómoda