Presupuesto 2022: asistencialista, sin visión de género e insensible para mujeres

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Por Sara Lovera*

Ciudad de México, 19 de octubre de 2021.- El presupuesto que en sesión permanente analizan desde esta semana comisiones de la Cámara de Diputados, es un presupuesto asistencialista, insuficiente, discontinuo, insensible al género y que muestra total desconocimiento sobre la condición social de las mujeres.

Así lo sostiene MIRA y Pensadoras Urbanas, que preside Magdalena García Hernández, quien tiene más de 20 años siguiendo la etiquetación de recursos para la igualdad.

El análisis deja en claro que, aunque los programas prioritarios del gobierno van mejorando, el porcentaje de recursos para las mujeres no puede identificarse en cantidad ni en orientación, puesto que carece de padrones e indicadores que lo constaten, con lo que resulta un engaño.

En un detallado análisis de la propuesta de presupuesto que presentó la Secretaría de Hacienda, por ramos, incluidos en el Anexo 13, creado para la igualdad entre hombres y mujeres, las analistas, que año con año se sumergen punto por punto en las propuestas de Hacienda, consideran que hoy al menos es preocupante, porque, aseguran, al contrario de Inmujeres, la transversalidad parece inexistente o no la entienden.

Este grupo entregó su análisis a las diputadas reunidas en la Conferencia Nacional de Legisladoras recientemente y podría formar parte del análisis que hará la subcomisión de diputadas o el cuarto de al lado, como lo llamó la diputada de Movimiento Ciudadano, Amalia García Medina.

Explican que lo que no se entiende en el gobierno, es que lo transversal se refiere al porcentaje del presupuesto de un ramo, que se dice que es para la igualdad entre mujeres y hombres y por ello lo colocan en el anexo, sin que necesariamente ello sea así, pues el presupuesto no tiene perspectiva de género.

Las analistas entran de lleno al análisis de los programas presupuestales (Pp) de cada ramo. ¿Cuándo tiene perspectiva de género? Cuando el propósito del Pp es reducir las brechas de desigualdades existentes entre mujeres y hombres, y no existen indicadores para constatarlo.

La propuesta tiene una etiquetación incomprendida y carece de lentes violeta

El Anexo 13 de las Erogaciones para la igualdad entre mujeres y hombres tiene un monto prioritario para la pensión para adultos mayores de 238 mil millones de pesos; pensión para personas con discapacidad de más de 18 mil millones; niñas y niños (Programa de Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras) de casi 3 mil millones; Jóvenes Construyendo el Futuro más de 21 mil millones.

Igual se va dinero en el anexo, hasta de casi 197 mil millones para precios de Garantía (11,373.10 3,390.28 29.8), Sembrando Vida (29,446.90 9,354.10 31.8), Programas de Becas (82,628.20 45,066.63 54.5), incluyen pesca, fertilizantes, la Escuela es, producción para el Bienestar, reconstrucción, programa de Mejoramiento Urbano, de Vivienda Social, etcétera, hasta para las cinco Universidades para el Bienestar o adquisición de leche nacional.

Todo, dicen, considerando la igualdad, pero este año desapareció el apoyo para mujeres con microempresas a través de microcréditos. Las becas tienen una medida de acción afirmativa con 54.5 por ciento en la asignación de los recursos; no obstante, los padrones no están disponibles.  La pensión para personas mayores para las mujeres debe ser 56 por ciento, pues este es su porcentaje en el rango de edad 68 y más, para tener perspectiva de género debe tener una acción afirmativa, no se ve.

En el resto de los Programas Prioritarios, MIRA y Pensadoras Urbanas solicitan una revisión de los criterios que establecen los porcentajes de etiquetación en los programas, que se traduce en una discriminación negativa en contra de las mujeres. Y señalan que en todos los casos debe existir la localización territorial de los padrones de población atendida e indicadores de impacto desagregados por sexo, que no se explican.

Por ello es necesaria la revisión integral del ciclo presupuestal compuesto por las leyes que lo rigen, los planes, programas, presupuesto, ejercicio del gasto, monitoreo y seguimiento, evaluación, acceso a la información, rendición de cuentas, transparencia y observación ciudadana, que lo componen, pues este ciclo presupuestal debe ser entendido de manera sistémica para remover todo aquello que limite su funcionamiento e impida la consecución de su fin superior, que es remover las desigualdades y discriminaciones sociales y de género en el marco del cumplimiento de los derechos humanos que establecen, o deben establecer, estándares de cumplimiento de una vida digna en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres diversas.

*Periodista, especialista en temas de igualdad de género y directora del portal SemMéxico.mx